CON TACONES Y A LO LOCO…
Y empiezo así ¿Por qué usan tacones las mujeres? ¿Alguna vez os habéis preguntado cuál es el objetivo fin de utilizarlos?
Curiosamente, y así nos lo venden, es que las mujeres deben llevar tacones para estilizar las piernas, para disimular las caderas, para ser mas sexys, entre otras cosas más… Pero ¿alguna vez se ha pensado en las complicaciones que producen los tacones en la columna vertebral?
Desde hace años estoy rodeada de mujeres, trabajando y compartiendo con ellas, y me parece de interés y por eso traslado mi observación, evidentemente no cientificista, de lo que veo y aprendo con cada mujer que está a mi lado.
La gran mayoría de las mujeres tienen verdaderos problemas de espalda: escoliosis, pinzamientos, migrañas (es un desencadenante de los dolores y pinzamientos en las cervicales), lumbalgias… una serie de desajustes que irremediablemente afectan al sistema nervioso central y producen daños en el recto de la columna, lo que muchas veces acaba transformándose en ansiedades, malestares…
Es aquí en donde me gustaría prestáramos atención a que una de las causantes de la desestructuración de los problemas musculo-esqueléticos viene determinado por el uso excesivo de los tacones.
El patriarcado y la sociedad esclavista de la moda y de la explotación del cuerpo de las mujeres, ha hecho, entre otras muchas acciones, que nos creamos aquello de que los tacones son una herramienta óptima para estilizar el cuerpo, parecer mas sexys a la hora de ligar o simplemente tener “buena presencia” en la búsqueda de empleo.
Hay quienes argumentan que para reequilibrar la postura de la columna, no es bueno ir con zapato plano, argumentando y justificando la necesidad de que las mujeres deben llevar tacón. Ahora bien, si fuera así, ¿por qué no se les exige a los hombres la misma moda? Si realmente fuese beneficioso para la postura y el reequilibrio de la columna, los hombres también deberían llevarlo o al menos que tuvieran la elección de hacerlo ¿no?
Es evidente que aquellas que les guste llevar tacón, encuentren argumentos justificativos para de alguna forma seguir convenciéndose de que realmente llevar tacones es beneficioso para la salud. Bien, tampoco pretendo que ahora se cambie el mundo. Simplemente añado notas informativas para que repensemos lo que llevamos y de qué forma nos afecta. Luego, evidentemente, cada quién es libre de ejercer su derecho a decidir qué se pone y porqué.
Por terminar y al hilo de lo que pretendo exponer en este post, quisiera compartir mi experiencia. Yo siempre fui férrea a los tacones bien altos, de esos que llamaban “agujas”, los llevaba como quien llevaba unas zapatillas de correr, caminando tan “normal” a pesar de la altura de aquellos tacones, pero de alguna forma aprendí a llevarlos y sentía que me transformaba, llevándolos durante muchos años, y me sentía como bien nos dicen, alta, esbelta y sexy.
Fue entonces en una de aquellas, que una noche mis pies ya no pudieron soportar aquella montaña a la que estaba subida, y mi espalda empezó a quejarse de lleno, pues ya lo hacía anteriormente, pero siempre encontraba cualquier excusa para justificar aquel dolor de columna, que si exámenes, que si no me siento debidamente bien en la silla, malas posturas… sin detenerme realmente en la causa de lo que me estaba haciendo daño.
De repente alguien vino y me dijo: si tanto crees que los tacones realmente estilizan y ayudan a reequilibrar la postura ¿porque no usas tacones cuando estás por casa con el pijama puesto?
Así es que empecé a repensar realmente porque los usaba, y más importante aún, para qué los usaba. Ahora sigo pasando horas sentada delante de un ordenador, escribiendo y leyendo, pues mi trabajo es ese, sigo saliendo y yendo a fiestas sin necesariamente utilizar tacón, y os puedo asegurar que pocos problemas de columna tengo, por no decir ninguno. Y es entonces cuando te das cuenta que el tacón no es la esencia para sentirte sexy, guapa o esbelta para ir a una entrevista de trabajo. Más bien diría que la real esencia del amarse a una misma, la felicidad y encontrar o no trabajo, no radica en cómo somos superficialmente o qué llevamos encima, sino que todo eso se encuentra en la profundidad de la persona. En ti.
Os dejamos el enlace de famosas que han decidido hablar sobre las incomodidades que les supone llevar zapato alto. No se trata de convencer, sino de lanzar una cuestión para repensar y poseer la libertad de decidir desde la mayor información que podamos obtener.
¿Tacón o no tacón? Eso lo decides tu, pero siempre en pro de una vida y un bienestar marcado por una misma y no por los dictámenes de la sociedad. Acuérdate que lo importante eres tú misma y ten muy en cuenta NO SER PRESA NI DE LA TALLA NI DE LA MODA.