En Federación Mujeres Jóvenes por motivo del Día Internacional por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y el día de Acción Global por la despenalización del aborto queremos hacer honor a todas aquellas mujeres que han luchado, luchan y seguirán luchando para reconocer nuestros derechos en materia de salud sexual y reproductiva.
Gracias a ellas hemos conseguido tener un reconocimiento mayor del funcionamiento de nuestros cuerpos, nuestras necesidades y circunstancias. Por eso recordamos a las mujeres luchadoras:
- Anónimas que estando a la sombra han exigido a lo largo de sus vidas sus derechos y han cuestionado las normas que regían el control sobre sus cuerpos.
- A las compañeras que visibilizan todo aquello que falta por conseguir y que a través de diferentes acciones y movilizaciones reivindican leyes que garanticen esos derechos.
- A las mujeres políticas que han llevado a cabo estas leyes y siguen trabajando para que se hagan efectivas.
- A las mujeres profesionales que desde diferentes ámbitos son conscientes de todo lo que aún nos queda y actúan acorde a ello saltándose la imposición de un enfoque paternalista, machista y desempoderante que nos sitúa en situaciones de vulnerabilidad e indefensión aprendida.
La violencia sexual y obstétrica existe como parte del Patriarcado en el que vivimos: agresiones sexuales, violaciones, mutilación genital, explotación sexual, el trato deshumanizador en el ámbito de la salud ginecológica y obstétrica junto con la medicalización injustificada y la patologización de procesos que son naturales.
Fuente: Asociación Mujeres para la Salud
Es necesario que tanto a nivel legal y político, como a nivel asociativo y de calle, sigamos exigiendo lo que nos pertenece por derecho y se garanticen las medidas que pongan fin a dichas violencias. Cualquier omisión sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos o cualquier medida que no contemple su garantía es violencia también.
Queremos hacer especial hincapié a la importancia y necesidad del consentimiento en las relaciones sexuales. Existen todavía muchas violaciones invisibilizadas y negadas por el Patriarcado y por los hombres que las cometen debido al derecho otorgado por un sistema machista que favorece la creencia de poder disponer de nuestros cuerpos para su satisfacción sexual. Por eso es fundamental el uso explícito del consentimiento, de manera que SÓLO UN SÍ SEA SÍ para acceder a tener relaciones sexuales.
El consentimiento sólo puede ser real cuando es elegido de manera voluntaria sin coacción ni chantaje ni alteración del estado mental y no debe implicar un abuso de poder por parte de nadie.
También ha de ser explícito y es necesario que haya una coherencia entre lenguaje verbal y no verbal, así como emocional.
Es importante no confundir consentimiento con deseo sexual, siendo el consentimiento la aceptación explícita y consciente por parte de todas las personas que participan en la relación sexual en torno a todo lo que en ella ocurre y a cómo ocurre. Por supuesto, tengo derecho a cambiar de opinión a lo largo de la relación sexual sin necesidad de justificarme.
Si no se cumplen estas condiciones entonces no es una relación consentida, es una violación.
En relación a nuestros derechos y en concreto al consentimiento sexual es necesario recordar esto:
NUESTRAS VIDAS Y NUESTROS CUERPOS SON NUESTROS, Y DE NADIE MÁS.